Espacio Catódico

lunes, marzo 19, 2007

Cierre de emisión

Esto es difícil, sobre todo porque apenas hace unos días que anuncié mi intención de retormar el blog. Pero, al final, no ha podido ser, y debo dar por cerado este mi espacio catódico
Al menos esta vez lo se por anticipado y puedod espedirme como es debido.
Gracias a los que han leido lo que he tenido que decir por intrascendente que fuera, y un saludo especial a vascoeslovaco, macguffin y ladymadonna, las presencias más asiduas.

En el tintero quedan muchas cosas, demasiadas. Como siempre, supongo, y por otro lado, peor sería quedarse sin cosas que decir.
De todos modos, lo único seguro es que no hay nada seguro, así que quizá algún día (recálquese el quizá, que ya arrastro demasiadas promesas incumplidas) vuelva por aquí. Pero no será pronto.

Para no despedirme sin más, y dado que ya he conseguido entrar al blogger (que desde que actualicé a la nueva versión la semana pasada no había podido), dejo ahí abajo las entradas que tenía para poner estos días.
Son un poco más largas y aún más incoherentes de lo habitual porque no he tenido la oportunidad de pulirlas, pero bueno. Algo es algo.

Uno sin guión, uno sin vergüenza



Migas de chicle

Las temporadas de CSI Miami y CSI:NY se emiten en telecinco con varios meses de adelanto respecto a la correspondiente de CSI, y yo solía verlas (y digo solía porque hacia el final dejé de verlas) con cierta dosis de preocupación y llenándome la cabeza de dudas. Se me ocurría que quizá esa diferencia de calidad que yo percibía entre el grupo de Grissom y el resto quizá estaba solo en mi cabeza. Tras ver en DVD algunos de los episodios antiguos me tranquilizaba: Veía a Catherine haciendo diagramas de salpicaduras y a Horatio pegando tiros, a Nick llorando frente a una pistola y a Delko en persecuciones a toda velocidad. Y me decía: “No, no es cosa mía”.
Pero luego me daba por pensar (si es que a quién se le ocurre) y se me ocurría que quizá la diferencia estaba en que Miami llegaba antes, y que los cambios respondían a un “nuevo enfoque” que afectaría también a la serie original. Cuando llegaba veía con alivio que seguía siendo la misma serie, y al terminar la temporada, tras un par de episodios de Horatio, vuelta a empezar.

Y es que habrá quien prefiera los tiroteos y persecuciones de Miami (que lo entiendo, a mi una buena ensalada de tiros de vez en cuando me gusta tanto como a cualquiera), pero al final esta no es una serie sobre policías, sino sobre los científicos que trabajan para la policía, y lo que quiero ver son tramas que carguen las tintas en los procedimientos de recogida de pruebas, la cadena de custodia, las diferencias entre el trabajo de laboratorio y el de campo. Y sobre todo los rasgos individuales (y frikadas ocasilonales) de los personajes.
Y luego están los episodios especiales.

De vez en cuando, guionistas y directores parecen decirse “somos una serie establecida, con público asegurado. Aprovechemos para intentar algo diferente.” Y el del lunes fue uno de esos episodios.
Un único caso, en realidad bastante simple y que con otro tratamiento podría haber durado diez minutos junto a uno o dos más en el episodio “medio” de la serie, pero dedicándole su tiempo a cada paso del proceso. Añadiendo detalles aquí y allá, inconexos pero muy reales (la mujer del sheriff haciendo magdalenas, chistes a la hora de la comida, una invitación a café, un hippie que pasa por ahí y se pone a mirarte los chakras,...)
Y, sobre todo, la voz de la niña guiándonos paso a paso a través de los hechos del caso como las migas de chicle guian a los investigadores hasta los cuerpos. Una voz cuyo tono susurrante hace que te suba un hormigueo por la columan cada vez que la oyes, y que hasta el final no sabemos (y ni siquiera entonces podemos estar completamente seguros) si solo la oimos nosotros o es Nick quien la oye en su cabeza.
Porque él fue el auténtico protagonista del episodio (y por eso le corresponde decir la frase lapidaria reservada normalmente a Grissom o, en ocasioens, a Catherine), en el que vimosun poco más de las inevitables secuelas que le dejó el suplicio ideado por Tarantino.
Como guinda a la anormalidad del episodio está el hecho de que William Petersen no apareciera. ¿Prefacio de los episodios de la séptima con Liev Schreiber?

Repetimos...

Es costumbre de las cadenas de televisión, desde hace un tiempo, emitir un episodio repetido después del nuevo (excepto laSexta, que lo hace al revés). Esto puede despistar al espectador no habitual, sobre todo si les da por alternar y dar dos nuevos o uno y un según les de, pero da al espectador fiel la oportunidad e revisitar “ese” episodio concreto que tanto nos gustó.
Hace un par de jueves, por ejemplo, emitieron el episodio de “Sin Rastro” de Elizabeth Berkley, la ex-Salvada por la campana que protagonizó Showgirls. Ella era la versión “después” de la ganadora de uno de esos realities de cambio radical, cuya vida no mejoró demasiado con el cambio.
Un episodio brillante (y brutal en más de un sentido), y especialmente irónico si Antena 3 va a emitir un programa así.

Al final el episodio no estuvo a la altura del recuerdo porque, claro, lo recordaba perfectamente de principio a fin, y eso le restó impacto. Pero sigue siendo de los que por sí solos hacen que merezca la pena hacerse con la temporada completa.

En otros casos, la repetición te redescubre un episodio olvidado. Tras un par de semanas emitiendo dos episodios nuevos, CSI se apunta a las reposiciones y el lunes nos deleitó con el primer episodio de la quinta temporada. 4 casos (y medio), la prueba de Greg sobre el terreno y la única aparición de Reyko Aylesworth (Ay, Michelle, Michelle) hicieron que me saltara mi costmbre de pasar de la s reposiciones y volviera a verlo.

Y, luego, por supuesto, está la posibilidad de ver aquellos episodios que te perdiste en su día. Y dado que hay un par de ellos en la 5ª de CSI que me perdí la primera vez (incluido ese en el que se separa al equipo y Sophía aparece por primera vez ¡que tino el mío!) no le sdejaré escapar esta vez.

Parecidos razonables



martes, marzo 13, 2007

He vuelto (y sólo he necesitado dos intentos con la contraseña)

Y para ir calentando motores mientras recuerdo dónde estaba todo, me quitaré de encima un par de memes:

MEME nº1
Cuatro películas que puedo ver una y otra vez (entre otras muchas):
- El Señor de las Bestias
- La Jungla de Cristal
- La Princesa Prometida
- Llamando a las puertas del cielo

Cuatro lugares donde he vivido:
- Bilbao
- Las arenas

Cuatro programas de televisión que me gusta ver (¿solo cuatro?):
- Bodies
- CSI (la original)
- Caso Abierto
- MIR (sí, ¿qué pasa?)

Cuatro lugares donde he estado de vacaciones:
- Salamanca
- Inglaterra
- Praga
- Haro

Cuatro de mis platos favoritos:
- Pasta (en casi cualquiera de sus variantes)
- Patatas a la riojana (sobre todo las del Chomin de antes)
- Un buen filete o chuleta (poco hecha, que sangre)
- Y sobre todo, los sandwiches de mi madre

Cuatro sitios que visito a diario:
Estamos hablando de internet, supongo. Pues ninguno ultimamente, aunque solían ser (y ahora volverán a ser)
- Vayatele
- Children at your feet
- Varias veces
- El diario de Mr. MacGuffin

Cuatro lugares donde preferiría estar ahora:
- En ningún otro sitio
- En cualquier otro sitio

Cuatro personas que tienen que hacer esto:
Los cuatro primeros que lo lean.


MEME nº2:
1. Coge el libro más cercano que tengas, estés donde estés.
2. Lo abres por la página 123.
3. Buscas la quinta frase (que no línea).
4. Y escribes las 3 frases que le sigan en tu blog.
5. Por último nominas a cinco personas para que hagan este juego.

Pues el libro más cercano ha resultado ser Ikaslearen esku-gramatika, un libro de texto de mi hermano. Pero como en la pag. 123 hay ejercicios me quedo con el segundo más cercano: La hechicera de Darshiva.

Y las tres frases son: “Según nuestros informes, podrían haber zarpado de uno de los muelles comerciales del sur de la ciudad. Concentra la búsqueda allí. Envía a todos los hombres disponibles y ordénales que hablen con cada persona que se crucen en los muelles.”

Y que lo haga el que le apetezca.

Liquidados ya los memes (si me pasáis alguno más que sea de televisión, plis.), a ver si esta noche tengo tiempo y paso a hablar de algo más interesante.