Decepción. (Bueno, no tanto)
Después de tanto tiempo esperando verlos, los primeros episodios de la segunda temporada de Turno de Guardia han supuesto una pequeña decepción.
La primera temporada nos mostró una serie coral en la que policías, sanitarios y bomberos se repartían el protagonismo. Cada episodio cubría más o menos un turno, y las subtramas se extendían en el tiempo. Algunas mediante la concatenación de episodios, algunas dejando el hilo y recogiéndolo por sorpresa cuando ya lo habias olvidado.
La segunda temporada tiene un enfoque muy distinto.
Cada episodio se centra en un único personaje, ofreciendo los acontecimientos desde su punto de vista, y relegando al resto del reparto a secundarios. De este modo, los episodios no se limitan a una única jornada de trabajo, sino que abarcan varios días, como si hubieran cogido esas subtramas y hubieran formado con ellas las tramas principales de los episodios.
Esto permite contar las historias de forma muy diferente. Los flashbacks de Doc o el pasado de Jimmy con el baseball no habrían tenido cabida en la temporada anterior, como tampoco la habría tendo la voz en off del protagonista de cada episodio.
El cambio de enfoque en las historias viene acompañado de una narrativa muy distinta, y que por lo general siempre me ha gustado. Es un ritmo más pausado, con primeros planos de objetos cotidianos o de carga emotiva para el personaje en un momento dado, con repeticiones de encuadres y ángulos de cámara poco tradicionales, y con escenas que se centran en un instante de los personajes, que no hacen avanzar la trama. Todo lo cual es más que adecuado al nuevo estilo de punto de vista único y subjetivo.
El resultado me recuerda bastante a Al Límite la película de Scorsese en que Nicholas Cage interpretaba a un sanitario. O al menos, al recuerdo que guardo de ella.
Lo que echo de menos es, sobre todo, que no vemos todos los puntos de vista de una misma situación, como hacíamos la temporada pasada.
Una trama como la del otro día, en que la búsqueda por parte de la policía de un pistolero negro elevaba la tensión racial, habría dado pie a muchas escenas interesantes de interacción de los personajes, pero visto desde la perspectiva de Doc, sólo vimos que la policía daba auténtico miedo.
Sé que esa era la intención, pero aún así.
Sorprendía, además, que en el episodio inmediatamente posterior, Doc tranquilizara a la nueva hablando bien de los mismos policías con los que tan mal había acabado en el anterior. Y es que el efecto colateral de todo esto es que los episodios son, irónicamente, más autocontenidos que cuando cubrían cada uno un turno.
La primera temporada nos mostró una serie coral en la que policías, sanitarios y bomberos se repartían el protagonismo. Cada episodio cubría más o menos un turno, y las subtramas se extendían en el tiempo. Algunas mediante la concatenación de episodios, algunas dejando el hilo y recogiéndolo por sorpresa cuando ya lo habias olvidado.
La segunda temporada tiene un enfoque muy distinto.
Cada episodio se centra en un único personaje, ofreciendo los acontecimientos desde su punto de vista, y relegando al resto del reparto a secundarios. De este modo, los episodios no se limitan a una única jornada de trabajo, sino que abarcan varios días, como si hubieran cogido esas subtramas y hubieran formado con ellas las tramas principales de los episodios.
Esto permite contar las historias de forma muy diferente. Los flashbacks de Doc o el pasado de Jimmy con el baseball no habrían tenido cabida en la temporada anterior, como tampoco la habría tendo la voz en off del protagonista de cada episodio.
El cambio de enfoque en las historias viene acompañado de una narrativa muy distinta, y que por lo general siempre me ha gustado. Es un ritmo más pausado, con primeros planos de objetos cotidianos o de carga emotiva para el personaje en un momento dado, con repeticiones de encuadres y ángulos de cámara poco tradicionales, y con escenas que se centran en un instante de los personajes, que no hacen avanzar la trama. Todo lo cual es más que adecuado al nuevo estilo de punto de vista único y subjetivo.
El resultado me recuerda bastante a Al Límite la película de Scorsese en que Nicholas Cage interpretaba a un sanitario. O al menos, al recuerdo que guardo de ella.
Lo que echo de menos es, sobre todo, que no vemos todos los puntos de vista de una misma situación, como hacíamos la temporada pasada.
Una trama como la del otro día, en que la búsqueda por parte de la policía de un pistolero negro elevaba la tensión racial, habría dado pie a muchas escenas interesantes de interacción de los personajes, pero visto desde la perspectiva de Doc, sólo vimos que la policía daba auténtico miedo.
Sé que esa era la intención, pero aún así.
Sorprendía, además, que en el episodio inmediatamente posterior, Doc tranquilizara a la nueva hablando bien de los mismos policías con los que tan mal había acabado en el anterior. Y es que el efecto colateral de todo esto es que los episodios son, irónicamente, más autocontenidos que cuando cubrían cada uno un turno.
¿Por qué el cambio? Se me ocurren varias respuestas, la más cínica de las cuales es que querían ahorrar dinero en secundarios reuniendo en un solo episodio las apariciones de aquellos personajes ligados a uno de los principales (novias, maridos, hijos,...) que habrían estado repartidas a lo largo de seis o siete.
Siendo menos mal pensado, supondré que querían experimentar con el formato, ver si podían hacer algo original.
El problema es que esta es una serie con 9 personajes principales (10 si contamos a la bombero nueva, que parece haber venido para quedarse), por lo que no se podrán dedicar a cada personaje más que dos episodios por temporada.
Curiosamente, el episodio que más se ha parecido a los antiguos es el que menos tenía que ver, argumentalmente hablando, con el resto de la serie: Después del Turno
En él vemos cómo, durante las horas posteriores a su salida del trabajo, los 10 personajes lidian, solos y en grupo, con un suceso especialmente difícil de digerir al que han asistido impotentes esa noche.
He visto ya seis episodios con este nuevo enfoque (dejando aparte el mencionado Después del Turno) y voy cogiéndole el tranquillo, aunque por ahora sigo prefiriendo el formato antiguo.
Quizá, tras haber dedicado uno a cada pesonaje vuelvan al estilo original. Ha sido un intento de hacer algo distinto, y eso siempre es de agradecer, pero no siempre funciona lo bien que se espera.
Aún así creo que la idea es buena y que podría dar lugar a una buena serie, pero será otra serie, y será una que tenga menos personajes.
1 Comments:
Yo vi alunos capítulos de esta serie, cuando la ponían en Telecinco, yla verdad es que estaba bien para pasar el rato. Lo mejor es que a algunos de sus actores luego los he visto en cosas muy interesantes, como Eddie Cibrian en "Invasión" y Bobby Cannavale en esa gran película que es "The station agent".
By Unknown, at 29/7/06 6:50 p. m.
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