Las otras series españolas

Llevaba un tiempo pensando en lo que conté en la entrada del miércoles, y como suele pasar en esos casos, buena parte de lo que quería decir se quedó en el tintero. Concretamente, quería poner algún ejemplo más de series que se han desmarcado de la tendencia "normal" de la televisión española.

Lobos
Aunque el derecho contaba con un papel destacado en ella, esta no era una serie de abogados al uso. El primero de los lobos a que hace referencia el título era Manuel Lobo (Sancho Gracia) un abogado experimentado, viudo y padre de tres hijas: una juez (Cayetana Guillén Cuervo), una forense (Mar Regueras, El comisario) y la pequeña (Miryam Gallego) con afición a meterse en líos.

El otro lobo, no de apellido pero sí de carácter, es Alonso Soares (Miguel Ángel Solá, Plenilunio) un mafioso encarcelado a punto de terminar su condena.

La serie empezaba con la detención de Tito Soares (Sergio Peris-Mencheta, Robles Investigador) por matar de una paliza a un tipo por una discusión. Alonso Soares, que comparte con Manuel el amor incondicional a su descendencia, quiere contratarle por dos motivos. Primero, porque es muy bueno. Segundo, porque así su hija no podrá hacerse cargo de la instrucción del caso. Él se niega, pero entonces detienen a Lucía, la menor de sus hijas, con una cantidad importante de cocaína. Soares hace desaparecer las pruebas y a cambio Lobo se hará cargo del caso de su hijo.

La serie tenía un hilo argumental que iba engarzándose con diversos casos de la semana, y ya desde el principio tenía un buen nivel técnico y buenas interpretaciones (me quedé sorprendido con la Guillén Cuervo, a quien no había visto como actriz desde Colegio Mayor), pero fue cancelada tras un puñado de episodios debido a que la audiencia prefirió a Aída

El Pantano
La recuerdo muy vagamente, dado que sólo dieron tres capítulos. Si Lobos tenía una trama general que unía las historias episódicas, El Pantano iba más allá planteando una historia continua, al estilo de Twin Peaks. Claudia (Emma Suárez) e Inés Alonso (Natalia Verbeke) eran las hermanas protagonistas.

La acción se dearrollaba en un pequeño pueblo en el que Claudia había abierto un hotelito rural junto con su marido. Personajes destacados eran el médico del pueblo, el profesor que podía o no haber tenido un lío con una alumna, y alguien que no recuerdo muy bien si era el alcalde o simplemente un tipo con influencias. La trama jugaba con el elemento sobrenatural, pero no llegamos a saber si realmente ocurría algo "mágico". Al cancelar la serie había rodados ocho capitulos, y se llegó a un acuerdo para rodar un noveno que cerrara el argumento, quedando a modo de miniserie. Ha sido, o será emitida proximamente en Antena Neox, uno de los canales de TDT de Antena 3.

Motivos Personales
La que más éxito tuvo fue también la de menor calidad (a pesar de lo cual un servidor se la tragó de principio a fin).

Fue este un proyecto con un guión realmente arriesgado, porque había que seguirlo con mucha atención, y sobre todo mucha paciencia. Me pasé toda la primera temporada viendo inconsistencias y salidas de tono sin sentido en el guión, y entonces, de un manotazo, todo encajó y tuvo sentido. Siguieron con aquel juego hasta el final. Durante la segunda temporada, en una ocasión le grité literalmente a la televisión: "¡Se supone que ese personaje no sabe eso!" y en otra resoplé ante lo ridícula que era una escena, que parecía sacada directamente de una peli de catástrofes de sobremesa de Antena 3. Y resultó que ambas escenas estaban ahí por un motivo.

Y es que la historia fue pensada con detalle antes de empezar a rodar, siguiendo un plan de tres temporadas de las que al final sólo llegaron a hacerse dos, aunque el final resultó redondo.

Las interpretaciones de los primeros episodios eran horrendas, incluídas las de gente como Fernando Guillén, de quienes yo sabía que podían ser buenos actores porque lo había visto. Particularmente mala me parecía Lydia Bosch, la protagonista, a quien me daban ganas de cortarle las manos cada vez que se recogía el pelo (unas diez o quince veces por episodio). Estaba deseando que se la cargaran y que los demás personajes lo investigaran.

Con el paso de los episodios, muchas de las interpretaciones mejoraron hasta un nivel aceptable e incluso bueno. Aunque otras no.

Pero si algo me gustó de esta serie fue su final (supongo que no queda nadie que quiera ver el final y no lo haya hecho, pero por si acaso aviso que lo que viene es un gran SPOILER). Y es que al final de la serie el malo se queda con la chica y el dinero. ¿Cuántas historias habéis visto que terminen así?

Ha habido algún caso más, como El Inquilino, una comedia de ciencia-ficción en la que un extraterrestre ocupaba el cuerpo de Jorge Sanz, o la absolutamente maravillosa miniserie Vientos de Agua.

No sé como será esa que está anunciando Cuatro, Amistades Peligrosas. En principio el argumento me atrae, pero tengo un mal presentimiento. Quizá porque cuando pienso en una serie diaria lo primero que me viene a la cabeza es Nada es Para Siempre.