JAG: Alerta Roja

Hace mucho, mucho tiempo, hubo una época en la que a Tom Cruise se le conocía más como actor que como miembro de la iglesia de la Cienciología, y en la que a Demi Moore no se la relacionaba con pelis infumables sobre bailarinas de Striptease (cuesta creerlo, lo sé, pero la hubo). Por aquel entonces, salió una película sobre el cuerpo de abogados de la Marina llamada Algunos Hombres Buenos. Era una buena película y tuvo bastante éxito, por lo que no tardó en aparecer una serie con la misma temática. Esta serie era JAG (siglas de Judge Advocate General, el nombre del antes mencionado cuerpo de abogados de la marina).
En su primera temporada, la serie seguía a Harmon Rabb, Jr. (David James Elliot), un ex-piloto que tuvo que dejar el vuelo debido a que tenía ceguera nocturna, y su colega Meg Austin (Tracey Needham), de la que a decir verdad no recuerdo absolutamente nada.
Esta primera temporada se emitió en la NBC con unos resultados de audiencia muy discretos. A juzgar por los vagos recuerdos que guardo de cuando se emitió por primera vez en Antena 3, las historias eran interesantes, pero la falta de medios les hacía bastante daño. Para las escenas de acción mas caras, usaban metraje de películas como Peligro Inminente (incluso se ve un momento a Harrison Ford, si te fijas bien) o A la Caza del Octubre Rojo.
Fue cancelada por la NBC, pero la CBS decidió darle una oportunidad. Tracey Needham dejó la serie, y Donald Bellisario contrató en su lugar a Catherine Bell, una actriz que tenía un papel de apenas un par de minutos en el final de la primera temporada (que no llegó a emitirse), y cuya interpretación le había impresionado.
A la hora de empezar la segunda temporada, se las vieron con un problemilla.
El final de la primera temporada era un cliffhanger, pero no había llegado a emitirse. No obstante, el episodio estaba grabado y sí se emitiría en futuras reposiciones de la serie.
No podían empezar la serie en la CBS con la segunda parte de un episodio que ni siquiera se había emitido. Tampoco podían pasarlo por alto, ya que al repetir la serie iba a quedar fatal. Así que lo que hicieron fue, aprovechando la incorporación de Sarah MacKenzie (el personaje de Bell), mencionar que era igual que alguien a quien había conocido Harm (creo recordar que incluso se la ve muerta en un flashback) y tirar p'alante. Al de un par de temporadas, reabren el caso y lo cierran definitivamente. En unas semanas podremos comprobar qué tal quedó la cosa.
A partir de esta segunda temporada, además, la Marina se mostró menos recelosa con la serie y les prestó apoyo, de forma que pudieron dejar de usar imágenes de películas y rodar con vehículos y en instalaciones de verdad.
La serie, sin ser un gran éxito, no se defendía mal, hasta que la ola de patriotismo que se extendió por EE.UU. tras el 11-S catapultó sus audiencias.

Como dato curioso, Terry O'Quinn aparecía de vez en cuando encarnando a un personaje llamado Boone.