Repaso: Smallville y Verónica Mars

SMALLVILLE Sagrado y Lucy

Con lo que me gustó el cambio de reglas que supuso para esta serie la trama de Alicia, es una pena que se haya olvidado tan rápido. No es que quiera que Clark se pase los días lloriqueando, pero espero que no sea una de esas cosas que jamás vuelven a mencionarse.
Y hablando de olvidos, ¿qué ha pasado con los implantes que Lex tenía en el pecho para las transfusiones? Le han abierto la camisa y no estaban ahí.
Pasando a los episodios en sí, hemos recuperado la trama mágica de Isabelle Thoureaux (no sé si lo he escrito bien). Por un lado, me están dando lo que llevaba tiempo pidiendo: una trama para la temporada al estilo de las de Buffy, Cazavampiros. Por otro, el elemento mágico sigue haciéndome sentir incómodo en esta serie.
De la Lucy del cómic no sé nada aparte de que existe, así que no puedo hacer comparaciones. Cuando Lois volvió para instalarse en casa de los Kent, tenía miedo de que el personaje perdiera fuerza al pasar de secundaria a principal, pero por ahora sigue siendo secundario. Quizá la veamos en los créditos la quinta temporada, al fin y al cabo, Clark irá con Chloe a estudiar periodismo en la universidad de Metrópolis.
Respecto a Jason y Lana, en un primer momento pensé que uno de ellos había sido el responsable del robo, pero lo deseché al pensar que cualquiera de los dos habría necesitado un cómplice. Así que ¿quién es el cómplice? ¿Chloe? ¿O han dejado caer algún comentario que me ha pasado desapercibido, y que le daba a Lana la oportunidad de volver, revolverlo todo y esconder la piedra? ¿O ya la había cambiado de sitio y realmente entró alguien? Varias posibilidades. Me gusta.
En cualquier caso, Lana tiene una de las piedras, Clark otra y la tercera está en poder de Crosby, cuyo juego desconocemos ahora que Swann ha muerto. Y no olvidemos que sigue siendo la sospechosa más factible para el asunto de Lionel.
Es de suponer que recibiremos muchas respuestas en el final de temporada, dentro de tres semanas.

VERÓNICA MARS El Señor del Anillo y Mars contra Mars

Hay personajes que caen mal en cuanto salen en pantalla, pero según se van desarrollando empiezas a verles con otros ojos (Casqueiro y Chacón en El Comisario, Mason y Almeida en 24, Sawyer y Jin en Perdidos,…) El sheriff nunca, jamás, ni aunque descubra la cura del cáncer, me podrá caer bien. Si alguien quiere saber por qué, que recuerde su trato a las víctimas de violación.
Pero Logan es otra historia. Sobre todo desde que su padre entró en escena. Y con esta historia sobre su madre, ni siquiera Weevil se ha pasado con él.
Por cierto, movido el segundo capítulo, ¿eh? Como diría Estadella “no una, ni dos, sino nada menos que tres tramas, señoras y señores”: el abuso a la alumna (simplemente genial la primera escena), el cadáver desaparecido de la madre de Logan, y la medicación de Duncan.
Me encanta el ritmo con el que la serie va construyendo las subtramas, pasando de una a otra de forma fluida. No espera a solucionar una para abrir la siguiente, evitando la parada y arranque que tienen otras series, pero tampoco nos sobrecarga (al menos de momento, veremos si no se acaban pasando).
Y, ¿no ha sido genial el juego del gato y el ratón con la caja fuerte?
Esta semana, además, hemos descubierto por qué a Koontz no le importa la condena. Sólo queda saber qué le dieron a cambio (¿dinero para su familia o algo así?) y quién se lo da.