El Dr. H y Las Mujeres

El otro día dije que por lo general tengo buen olfato para los romances que se cuecen en las series que veo. Pero House me tiene algo despistado. No porque no vea ninguno, sino porque veo demasiados.
Y es que tengo la sensación de que tanto la dra. Cuddy como la dra. Cameron ven a House con buenos ojos. Sin embargo, cuando me pongo en la piel del guionista, no me parece que eso tenga demasiado sentido. Al fin y al cabo, he aquí un personaje supuestamente detestable (para el resto de personajes, para la audiencia es una delicia) donde los haya. Que una mujer se sienta atraída por él es posible; al fin y al cabo, es el protagonista de una serie de televisión, ¿pero TODAS las mujeres del reparto? Es demasiado.
Cameron es siempre la primera en defender a House. Lo hemos visto esta semana, y no ha sido la primera vez. Foreman ya lo ha recalcado en varias ocasiones con frases como "¿por qué siempre le defiendes?" o "Tienes una fe absoluta en ese hombre". Recordemos también que fue la primera en felicitarle por su cumpleaños. Como mínimo le admira. Es una relación que me recuerda bastante a la de Grissom y Sarah en CSI.
Por otro lado, Cuddy le demuestra una y otra vez que le ve más allá de sus desgracias (como la cojera), y está claro que ambos disfrutan de sus lances verbales. También ella iba a tener un detalle por su cumpleaños; es más, sabía exactamente cuándo era, y que (al menos en apariencia) no le haría gracia que lo supiera. Confía en él y en sus habilidades lo suficiente como para dejar en sus manos el destino del hospital durante el caso de la infección de los bebés, y había una preocupación genuina en su cara cuando le demandaron esta semana.
Vale que leído así, en frío, todo esto no significa mucho: Cameron le admira, Cuddy le respeta, ¿y qué? Pero visto, con los actores actuando, este olfato mío que pocas veces me ha fallado (aunque alguna ha habido, sí) se pone en alerta máxima.
Pero cuando intento pensar como un guionista... me parece que House, como personaje, está mejor solo (y amargado, y pagándolo con los demás con esos diálogos).