One Tree Hill: Primera temporada

Tengo ya completamente asumido que esto es un culebrón como la copa de un pino, pero eso no significa que no sea una buena serie. Soy consciente de que en próximas temporadas esto puede cambiar, pero esta la he disfrutado de verdad.

Una de las cosas que más me gusta es que, hasta cierto punto, no parece regirse por las “normas” de la serie adolescente de la WB.
Me explico: en el primer episodio y basándome en mi experiencia de espectador clasifiqué a los personajes y deduje quién estaría colado por quién y quienes se liarían.
Tenía muy claro que Haley y Lucas estarían entre Dawson-Joy y Chloe-Clark, Lucas y Peyton serían una pareja/no-pareja a lo Clark-Lana o Ephram-Amy, Peyton y Nathan serían Whitney y Lana, y Brooke el recurso cómico.
(Mis disculpas si he escrito mal algún nombre).

Durante algunos episodios parecía que iba a ser así, pero las cosas empezaron a moverse de lo lindo. Nathan pasó de ser un cabrón a darme pena a caerme simpático. Sabía que acabaría pasando, pero creí que sería cosa de una par de temporadas, no de media.
Vimos una inversión de papeles muy interesante en la que ya no sabíamos cual era el hermano cabrón y cual el bueno. Lucas demostró ser hijo de su padre en el trato con las mujeres. Hemos visto el embarazo adolescente desde prácticamente todos los puntos de vista a través de hasta cuatro parejas distintas. Brooke se reveló como un personaje muy serio (que no aburrido).
Los personajes de Jake y Nikki han sido muy, muy interesantes y espero que volvamos a verles.
Y hasta ahora no ha habido el más mínimo indicio de que vayan a liar a Haley con Lucas, máxime teniendo en cuenta el final de la temporada.

Soy consciente de que no es probable que la cosa siga así eternamente. Tarde o temprano la serie dará muestras de cansancio, empezarán a liarse más y más parejas y dejará de merecer la pena.
Por mucho que me meta con Dawson Crece (que lo hago y lo merece) lo cierto es que guardo buen recuerdo de algunos de los primeros episodios, como la fiesta sorpresa a la que Dawson llega como una cuba.
Pero por ahora merece la pena. No quiero decir que sea perfecta o se aparte del todo de las mencionadas reglas. Como en todas estas series, los chavales de 15-16 años tienen el cuerpo (perfecto, excepto si son secundarios cómicos) de gente de veintitantos, dan largas parrafadas acerca de amistad, sexo y sentimientos, y tienen una independencia que no sé si en EEUU es normal, pero yo lo flipo.
Es entretenimiento algo intrascendente y descerebrado (aunque bastante menos intrascendente y descerebrado que otras), pero es buena serie.