Never Fuck with the King!

Os voy a pedir un poco de fe. Por muy ridículo que os parezca lo que estáis leyendo, seguid hasta el final.

El argumento de la peli es el siguiente:
Elvis no ha muerto.
En serio.
Resulta que unos años antes de su supuesta muerte, harto de la vida que llevaba, se cambió por uno de sus imitadores, y fue él el que murió.
Y ahora nadie le cree, razón por la cual está en un asilo.
El único allí que le cree es otro interno que dice ser John Fitzgerald Kennedy, a quien la CIA convirtió en negro para ocultar que había sobrevivido al atentado.
Entre los dos deben detener a una momia egipcia con botas y sombrero vaqueros que está alimentándose de las almas de los residentes.

No, no estoy de coña. La peli se llama Bubba Ho-Tep, está basada en un relato corto del escritor Joe R. Lansdale, y aquí está el trailer para demostrarlo:

En apariencia es una peli de esas de cachondeo a lo “Terroríficamente Muertos”. Una de bajo presupuesto para echarte unas risas de lo cutre que es. Impresión que se verá fortalecida si digo que Bruce Campbell es el protagonista.
Y hasta cierto punto lo es.
La peli tiene un presupuesto muy ajustado, y sabe cuándo tomarse a sí misma a broma, pero es mucho más que eso.

Entre risa y risa te colocan, de forma sutil, toda una serie de reflexiones sobre el papel de la tercera edad en una sociedad como la estadounidense, en la que domina lo joven y guapo; sobre los iconos culturales y cómo trascienden las personas que lo encarnan; sobre cómo es posible hacer algo aunque el mundo te diga que ya no sirves; y sobre lo terriblemente duro que es hacerse viejo.
Por eso la crítica la encontró fascinante. Y también por eso las grandes productoras y distribuidoras le han dado la espalda.

Estamos hablando de una película que tiene lugar casi íntegramente en una residencia de ancianos, y en la que entre sus dos protagonistas suman más de 150 años. En ella estos ancianos se valen por sí mismos. Ni buscan ni reciben la ayuda o la aceptación de una caterva de personajes jóvenes, como parece ser su finalidad en otras películas con personajes ancianos.

Una película en la que ni siquiera estamos seguros de si los protagonistas son quienes dicen ser o están como sendas regaderas.

El director, Don Coscarelli, tuvo que buscar financiación donde pudo para sacar adelante el proyecto. El traje de la momia se lo hicieron a precio de coste como favor, y Brian Tyler, el compositor de la banda sonora (absolutamente maravillosa, por cierto, podéis comprobarlo aquí y aquí) tocó todos los instrumentos al grabarla.
Desde 2002, cuando se estrenó en un número reducidísimo de cines, se ha convertido en un título de culto. El DVD empezó vendiéndose a través de la página web, y por fin se distribuye comercialmente.
Hace poco llegó a España, primero en alquiler (en mi video-club me dijeron que sí, que la iban a traer y todavía no ha llegado) y luego en venta.
Sólo la he visto en inglés, así que no sé como quedará doblada, pero debo decir que Campbell hace un trabajo soberbio imitando a Elvis en todos los aspectos.

Entre los extras del DVD (al menos en las ediciones americana e inglesa) hay un audiocomentario de… ¡Elvis! que aún no he tenido tiempo de ver, pero que promete ser muy divertido. Es una de las razones por las que compré la edición inglesa (las otras son que estaba tirada de precio y… que no sabía que iban a venderla en España).

En resumen, es una película que recomiendo.
En serio.

All Is Well.